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Estamos devastadas al escuchar que este proyecto de ley despiadado se ha convertido en ley. Estamos a punto de presenciar los recortes más grandes en la historia a Medicaid, CHIP, y el cierre de cientos de centros de salud de Planned Parenthood, en los que millones de familias confían y dependen para recibir sus servicios de salud. Vamos a ver que el acceso al aborto disminuirá drásticamente en todos los estados de este país con el cierre de Planned Parenthood, prácticamente llevando a cabo la prohibición nacional del aborto que los extremistas han querido. También vamos a ver recortes gigantescos a SNAP, robándole comida — ¡COMIDA! — a niños con hambre y otras personas vulnerables en nuestras comunidades en todo el país. Al mismo tiempo, esto incrementa los fondos para que esta administración intensifique sus ataques antiinmigrantes, lo que generará más miedo y caos en nuestras comunidades mientras nuestra gente es detenida y separada de sus familias. Todo esto nos enfurece y es inmoral.
Sabemos que esto empeorará la situación grave de las personas Latiné y los inmigrantes quienes de por sí ya tenemos que luchar por los servicios de salud que necesitamos, por ganar el dinero para llegar a fin de mes, por darles de comer a nuestras familias y por sobrevivir a un sistema migratorio inhumano.
Este es un día muy difícil. Pero no nos podemos dar por vencidos. Nos tenemos que unir como nunca antes y no dejar de luchar por un futuro en el que todas las personas puedan vivir vidas seguras y saludables y criar a sus familias con dignidad.
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