Los principales defensores latinos nacionales instan al presidente a rechazar la arrolladora expansión de la cláusula de rechazo de los anticonceptivos



El Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva (NLIRH) se ha unido hoy la Hispanic Federation y 20 de otras organizaciones locales y nacionales que defienden a los Latinos para emitir una carta para el Presidente Obama, pidiéndole mantener la decisión reciente del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) que exige a los planes de salud cubrir sin copagos la atención de salud preventiva, incluidos los anticonceptivos, las pruebas de detección del cáncer y las vacunas.

“La decisión del HHS de cubrir los anticonceptivos sin copagos como atención preventiva de la salud, es una de las prestaciones más populares de la nueva Ley de Cuidado de Salud de Bajo Precio”, comentó Jessica Gonzalez-Rojas, directora ejecutiva de NLIRH. “Estamos hablando con las mujeres latinas de todo el país, y cada vez apoyan más contundentemente la prestación; independientemente de sus creencias políticas”.

El HHS emitió el estándar este año después de que el Instituto de Medicina (IOM), que es políticamente independiente, hubiese recomendado que la anticoncepción estuviese cubierta como un servicio preventivo para las mujeres y por lo tanto no tuviese copago en virtud de la Ley de Cuidado de Salud de Bajo Precio.

Desafortunadamente, algunas organizaciones y legisladores están presionando a la administración de Obama para que se apruebe una ampliación enorme y dañina de la cláusula actual de rechazo que ya han incluido en la Ley de Cuidado de Salud de Bajo Precio y que ofrece exención a los empleadores religiosos, como las iglesias. La expansión concedería a hospitales y universidades afiliados a la iglesia, a escuelas parroquiales y a otras organizaciones religiosas la exención de ofrecer a sus empleados cobertura de anticonceptivos sin copago.

Como dijo el New York Times recientemente, una expansión de esta cláusula podría denegar cobertura anticonceptiva a millones de mujeres que pueden no ser religiosas o no estar de acuerdo con la postura religiosa con respecto a la anticoncepción. Eso significa que casi un millón de enfermeras, secretarias, maestras y otras trabajadoras (y sus dependientes) que trabajan en universidades religiosas podrían perder sus beneficios. Además, aproximadamente dos millos de estudiantes podrían quedarse también sin este importante beneficio.

“Para muchas mujeres latinas y sus familias, esto podría ser un golpe devastador para su bienestar”, dijo Lillian Rodríguez López, presidente, la Hispanic Federation. “Los anticonceptivos pueden costar cientos de dólares. La decisión del HHS evita ese gasto para que las mujeres puedan permitirse poner comida en la mesa para su familia, pagar por la gasolina para ir al trabajo o pagar las matrículas escolares”.

Según el Guttmacher Institute, el 50% de las mujeres de 18 a 34 años, incluidas las latinas, dicen que hubo un tiempo en el que el costo de los anticonceptivos con receta impedía que los usasen de forma constante.

La investigación realizada por NLIRH también muestra que las latinas quieren poder contar con todo el rango de opciones anticonceptivas disponibles. Y el uso de anticonceptivos es casi universal en los EE. UU.: el 99 por ciento de las mujeres que han tenido relaciones sexuales han usado anticonceptivos en algún momento de sus vidas, incluido el 98 por ciento de las mujeres católicas que han tenido relaciones sexuales.

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